miércoles, 24 de julio de 2013
LA MUERTE DE UNA ESTRELLA
Tal vez nuestro Sol tenga una muerte tan vistosa cuando consuma todo el hidrógeno en su núcleo, dentro de unos 5.000 millones de años; en este caso, el espectáculo final fue brindado por NGC2892, una nebulosa planetaria ubicada a 4.200 años luz de la Tierra, y las extraordinarias imágenes fueron captadas por la NASA, gracias a la utilización del observatorio Chandra (que aportó los datos de rayos X) y el Telescopio Espacial Hubble. Lo que se puede observar es cómo la “nebulosa esquimal”, como la apodan los científicos, empieza su proceso de enfriarse y expandirse, momento en el cual su radio aumenta cientos de veces por hora. Sus capas externas son arrastradas por el viento a 50mil kilómetros por hora, y su núcleo, con una temperatura de 50.000 grados expulsa sus capas exteriores con un viento a 6 millones de kilómetros por hora. Datos de un fenómeno que pocas veces se puede ver en detalle, información tal vez un poco difícil de procesar para la mente humana… pero para eso está la imagen, que conmueve por su belleza.
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